La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia (OACNUDH) denunció el aumento de ataques y asesinatos de activistas en el primer año de implementación de los acuerdos de paz.
La Oficina del Alto Comisionado presentó, durante la trigésimo séptima sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, su informe sobre la situación en Colombia.
“La OACNUDH está extremadamente preocupada por el aumento de asesinatos de defensores de los derechos humanos, incluyendo a líderes sociales y comunitarios”, sostiene en el informe.
Según su recuento, en 2017 se registraron 441 ataques, incluyendo 121 asesinatos, de los que 84 eran defensores de los derechos humanos que ejercían liderazgo, 23 miembros de movimientos sociales y políticos y 14 personas muertas durante las protestas sociales.
El informe subraya que el 64 % de los asesinatos ocurrieron en las zonas más afectadas por el conflicto y en zonas con una presencia histórica de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
“El vacío de poder que dejaron las Farc, después de su desmovilización, la falta de una presencia estatal integral y demoras en la implementación del acuerdo permitieron el ingreso de grupos ilegales y grupos criminales a las zonas, los cuales buscaban asumir el control de las economías ilegales aún existentes, provocando un aumento de la violencia”, denuncia el informe.