La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, advirtió sobre la grave situación se registra con más de 1.600 indígenas de 10 comunidades Wounnan y Embera en el municipio de Juradó (Chocó), que han tenido que desplazarse de sus territorios por enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Para ese organismo, es urgente que se adopten medidas de protección y atención humanitaria inmediata, tras la vulneración de los Derechos Humanos a esas comunidades nativas que se han derivado de las acciones armadas entre organizaciones ilegales en la zona de frontera entre Colombia y Panamá, desde el pasado 26 de abril.
De acuerdo con información de la ACNUR, 914 personas se han desplazado en las últimas semanas, mientras que cinco comunidades más entre ellas 263 niños menores de 5 años están en situación de confinamiento, por lo que señalan que a pesar de que ha habido una respuesta por parte de las autoridades, “las dificultades de acceso, la persistencia del conflicto y las intimidaciones son un obstáculo para brindar asistencia humanitaria de manera inmediata”.
Igualmente, la organización advirtió que persiste un riesgo de enfrentamientos que podría ocasionar el desplazamiento de otros habitantes nativos, por lo que insistió en la necesidad de garantizar la protección y seguridad en esa región del país.
Finalmente, esa dependencia de la Organización de Naciones Unidas, ONU, mostró su preocupación por el aumento de este fenómeno en el país, ya que en lo corrido de este año unas 6 mil personas han sido víctimas de desplazamientos masivos, mientras que otras 10.700 han terminado confinadas por dichos enfrentamientos en al menos cuatro departamentos.
Sin embargo, la ACNUR señala que ante esta situación seguirá monitoreando y coordinando acciones con las organizaciones humanitarias, y colaborando con las instituciones del estado para ayudar a los afectados lo más pronto posible.