Papa León XIV hace un llamado a la paz en el mundo y a la unidad

CIUDAD DEL VATICANO (VATICANO), 18/05/2025.- El papa León XIV ofició este domingo la misa del inicio de su pontificado en la plaza de San Pedro en el Vaticano. EFE/ Dicasterio para la Comunicación del Vaticano / Simone Risoluti / SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
CIUDAD DEL VATICANO (VATICANO), 18/05/2025.- El papa León XIV ofició este domingo la misa del inicio de su pontificado en la plaza de San Pedro en el Vaticano. EFE/ Dicasterio para la Comunicación del Vaticano / Simone Risoluti / SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

León XIV se pronunció después su homilía en la que reconocía el alto peso de la misión que le fue encomendada el pasado 8 de mayo.

 León XIV inauguró su magisterio con una misa en que le fueron impuestos los símbolos del poder papal, el palio y el Anillo del Pescador, y en la que pronunció un encendido llamamiento a la unidad en la iglesia y la paz en un mundo marcado por “demasiado odio y prejuicios”.

La jornada comenzó con el primer paseo del nuevo pontífice a bordo del papamóvil, recorriendo la plaza de San Pedro y toda la Vía de la Conciliación para saludar a las cerca de 200.000 personas que llegaron a las inmediaciones vaticanas para acceder a la ceremonia.

Después, accedió a la basílica para rezar ante el lugar donde, según la tradición, fue enterrado el apóstol Pedro, bajo el gran baldaquino de Bernini.

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Por la paz y unidad

León XIV pronunció después su homilía en la que reconocía el alto peso de la misión que le fue encomendada el pasado 8 de mayo, tras el cónclave que le eligió sucesor de Francisco y cabeza de una iglesia con alrededor de 1.400 millones de fieles en todo el mundo.

“Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano”, confesó.

El nuevo papa planteó una iglesia unida en la que su líder “nunca debe ceder a la tentación de ser un líder solitario” y que ejerza de “fermento para un mundo reconciliado”, máxime cuando, advirtió, el mundo vive “demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la Tierra y margina a los más pobres”.

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Ante este contexto, su idea de “construir un mundo nuevo donde reine la paz” resonó con fuerza en la plaza.

Una vez concluida la misa, el pontífice estadounidense presidió el rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual, recordando a Francisco y agradeciendo a las delegaciones presentes y a las cofradías entre el público llegadas por el Jubileo.

Pero también se acordó de los conflictos de la actualidad: León XIV denunció que en la Franja de Gaza “los niños, las familias y los ancianos supervivientes están pasando hambre”, unas palabras escuchadas ‘in situ’ por el presidente israelí, Isaac Herzog.

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Así como de la “atormentada” Ucrania que, destacó, “espera por fin negociaciones para una paz justa y duradera”, tras las conversaciones abiertas en Estambul entre Moscú y Kiev.

Luego fue el momento del besamanos, en el interior de la basílica, con Prevost recibiendo durante casi una hora y veinte minutos uno a uno a los cabezas de delegaciones para un saludo, breves charlas y un gesto que rompió el rígido protocolo vaticano: un abrazo con su hermano mayor Louis.

EFE