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Francia declaró el viernes dos departamentos del país como zonas activas de circulación de coronavirus, incluida la capital París y una región mediterránea con la metrópoli de Marsella, lo que generó las alarmas de una posible segunda ola de la enfermedad, pocos meses después del final de los cierres.
La clasificación permite al Ministerio de Salud dejar en manos de las autoridades locales de cada departamento imponer sus propias medidas para frenar la propagación del virus, incluido el movimiento de personas y vehículos, así como posibles cierres de establecimientos.
Con los turistas europeos que siguen acudiendo en masa a París y el animado departamento de Bouches-du-Rhone, que incluye atracciones turísticas soleadas como la Riviera francesa, Marsella y Aix-en-Provence, los funcionarios del Gobierno han tenido que tomar precauciones en áreas que podrían tener rebrotes.
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Un total de 2.669 nuevos casos de coronavirus en todo el país en las últimas 24 horas han hecho sonar las alarmas de los funcionarios de salud.
En una entrevista el viernes con la televisión FranceInter, el director general de Salud, Jerome Salomon, expresó su preocupación de que estas dos regiones están “particularmente en riesgo”.
“Hay mucha gente. Son áreas de densidad urbana”, dijo el director.
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Salomon añadió que, “los indicadores son malos, las señales son muy preocupantes. La situación se deteriora cada semana
Marsella, con una población de más de 860.000 habitantes, ya exigió la semana pasada el uso de máscaras médicas en las zonas al aire libre concurridas, al igual que el complejo de lujo de Saint-Tropez y la gran ciudad de Niza. Todos se encuentran en la costa y atraen a miles de turistas cada verano. EFE
