En medio del primer congreso cocalero en el Catatumbo, el presidente le hizo un llamado a los jóvenes para que no se vayan por el camino de las armas.
El presidente Gustavo Petro aseguró este viernes que “es mejor tener la mujer abrazada que el fusil frío en el lecho” al hacer un llamado a los jóvenes para que no se vayan a los grupos armados.
“Los fusiles no sirven para nada, a veces en mi experiencia veía cómo los muchachos reemplazaban la ausencia de la mujer en el lecho por el calor, o más bien por la frialdad del metal del fusil; lo abrazaban como si fuera la mujer y el fusil no sirve para eso, se los puedo asegurar”, dijo Petro, quien en su juventud hizo parte del grupo guerrillero M-19.
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“Es mejor tener la mujer abrazada que el fusil frío en el lecho”, añadió el mandatario como broche final de un efusivo discurso de casi una hora ante una multitud exaltada de campesinos y cocaleros en el municipio de El Tarra, en la región del Catatumbo.
En el Catatumbo, que hace parte del departamento de Norte de Santander y es la región donde más plantaciones de coca hay en Colombia, finalizó el primer encuentro de cocaleros para diseñar las bases de una nueva política de drogas.
Empujado por las risas y gritos del pabellón, el mandatario hacía así un llamamiento a dejar las armas o, más bien, a no tomarlas, asegurando que “llegó el momento de que quien mande no sea el fusil, de que quien mande sea el campesino y la campesina y el niño y la niña y el joven”.
El primer encuentro de cocaleros del Catatumbo tuvo un proceso participativo en un intento de escuchar todas las propuestas y establecer un plan de acción conjunto.
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Los cocaleros se dividieron en mesas de trabajo por todo el municipio de El Tarra para hacerse escuchar y posteriormente llevarle las propuestas al Gobierno.
Petro escuchó la voluntad de los cocaleros y campesinos de dejar la coca para abandonar la economía ilegal en la que están inmersos, pero también oyó las advertencias de que no será un proceso fácil y requerirá mucho compromiso por parte del Gobierno.