Denuncias de exguerrilleras sobre violaciones y abusos sexuales en la época que estuvieron en las Farc han desatado una polémica a la cual respondió la antigua guerrilla con un comunicado en el que asegura que todo es una campaña mediática de “desprestigio”.
Una de ellas es Sara Morales, quien aseguró que la guerrilla la reclutó a la fuerza cuando tenía 11 años y que 15 días después comenzaron a violarla.
Producto de esas violaciones, Morales, que era operadora de radio de una emisora de las Farc, quedó embarazada en dos ocasiones y tuvo dos hijos a quienes logró sacar de los campamentos guerrilleros antes de escapar.
“La mujer era un objeto para ellos. De 120 guerrilleros, 10 éramos mujeres, esas 10 mujeres tenían que desfilarle a todos y a las que no, era porque los comandantes ya las tenían para ellos, ya tenían su grupito conformado”, dijo Morales a Blu Radio.
La exguerrillera, que desertó en 2007 cansada de los abusos, dice que uno de los que permitía y perpetraba las violaciones era Félix Antonio Muñoz, alias “Pastor Alape”, uno de los líderes de las Farc y postulado por el ahora partido político para ocupar un escaño en el Senado, y de quien asegura siempre tuvo “compañeras sentimentales menores de edad”.
“Él llegó una vez a emborracharse durante dos o tres días y quemaba tiros a lo loco en todo el caserío de La Matilde. Después de eso a dos, tres, cuatro, cinco o seis peladas (niñas) se las llevaba a tener toda clase de actos obscenos”, apostilló Morales.
La mujer detalló que desde que fue reclutada empezó a ser violada por los comandantes del bloque Magdalena Medio de las Farc, que operaba en el centro del país.
Asimismo, denunció que había mujeres a las que no violaban los comandantes porque físicamente no los atraían o porque ya estaban “veteranas” (mayores).
“Si estaban veteranas, de 18 en adelante, ya no eran de su gusto, no tenían ese apetito sexual. Pero ya las que son menores, niñas entre 10 y 11 años hasta los 16 o 17 años, para ellos era lo máximo”, subrayó.
Al respecto, el partido político Farc respondió con un comunicado en el que asegura que las acusaciones en contra de sus dirigentes son una “campaña mediática de desprestigio y de ataque personal que usa el tema de la violencia sexual” contra los exguerrilleros.
En el mensaje afirman que las Farc no admitían mujeres embarazadas en sus filas, por lo que quienes estuvieran en esta condición “debían tomar la decisión de asumir su maternidad y retirarse de la fuerza o dar por terminado su estado”.
Sobre ello, Morales aseguró que la única opción que tenían las guerrilleras embarazadas era el aborto porque, de ser cierto que se les permitiera abandonar la guerrilla, muchas mujeres hubieran quedado embarazadas adrede para salirse de ese grupo armado.