El centrocampista Saúl Ñíguez completó este martes, en el último día del mercado de fichajes, su salida del Atlético de Madrid, rumbo al Chelsea, en el que jugará cedido durante esta temporada, con opción de compra al final de la misma por 40 millones de euros, después de haber perdido el rol de titular indiscutible en el esquema de Diego Simeone el pasado diciembre.
“Nuestro club ha alcanzado un acuerdo con el Chelsea para la cesión de Saúl Ñíguez al conjunto inglés, donde el jugador ilicitano, formado en nuestra Academia, afronta un nuevo reto en la Premier League de la mano de la entidad londinense”, expresó el club rojiblanco tras la incertidumbre final, a última hora, con un comunicado superado 45 minutos el cierre de las doce de la noche.
“Saúl siempre ha sido un ejemplo de profesionalidad y entrega vistiendo la elástica rojiblanca. Por eso, desde el club le deseamos lo mejor en esta nueva etapa profesional que emprende hasta el final de la presente temporada”, añadió el Atlético, que suplirá su marcha con la entrada de Antoine Griezmann, pendiente del estudio a esta hora por parte de la Liga para cumplir el control financiero.
Su salida ha estado latente todo el mercado de verano, disconforme con el papel secundario que sintió mediada la pasada temporada y que intuía en el actual curso, ajeno a su posición natural y a la titularidad en el centro del campo, del que fue indiscutible hasta diciembre, y derivado ahora al lado izquierdo.
Entre la competencia de la plantilla, entre su bajón de entonces y entre la elección de Diego Simeone por otras opciones en el medio campo, el puesto de titular fijo que había disfrutado a lo largo del último lustro, desde su consolidación absoluta como titular en 2015-16, no sólo entró en discusión, sino que incluso lo perdió.
El 5-3-2, con la progresión de Thomas Lemar en la línea de tres centrocampistas junto a Marcos Llorente y Koke Resurrección, completamente indudables para Simeone en el once inicial, apartaron de su demarcación a Saúl, que perdió su sitio en el medio campo, repitió como opción polifuncional en el lado izquierdo y fue algo así como el jugador número 12, no tan titular como antes, pero sí muy presente en cada alineación. En Valladolid, en la última cita de la pasada Liga, con el campeonato en juego, él formó en el once.
Los números contradicen una suplencia habitual de Saúl la pasada temporada. Hasta diciembre, fue un titular inamovible -de los once choques disponibles, los jugó todos desde la alineación-; después no, pero sus apariciones en el equipo inicial fueron mayoritarias: jugó 19 de los 30 encuentros oficiales, entre ellos, por ejemplo, los dos duelos de la Liga de Campeones contra el Chelsea.
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Y, sobre todo, nueve de las últimas diez jornadas en las que el Atlético se jugó el título de LaLiga ante el acecho del Real Madrid, el Barcelona y el Sevilla, entre los protagonistas principales del equipo, con la influencia de la lesión de algún compañero, pero siempre como el primer recurso como recambio para Diego Simeone. Efe