Por FREDDY SERRANO DÍAZ
Consultor y Estratega Político
Un mercado de Iguales, es lo que hoy tenemos en Colombia, un país donde los extremos son tan distantes como similares.
Perversos,
engañosos, racistas, mentirosos, cobardes, corruptos, hampones y mediocres, son algunos de los más leves calificativos que emplean para desinformar de una orilla y de otra, que particular escenario donde todos quieren tener la razón, más allá de lo bueno y lo malo para una nación.
Esta puja sin tregua cada vez más cargada de mordacidad y rabia, nos tiene en medio a los que ratificamos que no queremos ni las vajillas de Duque, ni las cobijas de Petro; por favor no insistan en defender lo indefendible.
Tan simple como evitar sobre costos y medidas suntuosas, provengan de donde provengan, nos importa un país, no un movimiento o una ideología que mañana no servirá para llevar el sustento a casa, es decir, mientras ustedes, los de Uribe y los de Petro, quieren tener la razón, nosotros también Colombianos, sólo queremos comida, trabajo y felicidad: “vivir sabroso, ir al mar, cabalgar y ver el mundial en una tele gigante, como seguro lo hará el presidente”.
El lío es que el Petrismo, como el Uribismo en su momento, piensa que tiene un gobierno que se dedica sólo a esa quinta parte de la población que votó por el hoy presidente; pues bien, déjenme decirles: es ahí cuando comienza el desencanto, como cuando una persona se da cuenta que su pareja tiene más de una relación, una cosa era en el cortejo y otra en el matrimonio, una cosa era en campaña y otra en el gobierno.
Tener la razón no sirve de nada si las cosas no van bien, escuchar al otro y concertar le viene bien al país, reírnos de nosotros mismos es verdaderamente útil, los ataques son
placer para convencidos y fanáticos.
En medio de los extremos, vale la pena entender que poder lo otorga la ley, la participación democrática, pero la autoridad la otorga el buen ejemplo, algo que aún deben aprender quienes representan la izquierda y la derecha de mi país.
“En la puja entre legalidad y legitimidad, ojalá quienes están de un lado y de otro entiendan que se vale
criticar en público y aplaudir a solas, la causa siempre ha de estar por encima del
Ego”.
