Vandalismo mancha agitada jornada de protestas en todo el país

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Diversos sectores sociales mostraron este jueves su capacidad de convocatoria en una jornada que llevó a miles de personas a las calles para expresar su rechazo a las políticas sociales y económicas del Gobierno del presidente Iván Duque.

Pese a que la jornada fue convocada como “paro nacional”, no tuvo el carácter de una huelga general ya que fueron manifestaciones en las principales ciudades de Colombia que no paralizaron sectores como la industria o el comercio.

En las protestas realizadas en Bogotá y otras ciudades participaron la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), así como sectores campesinos y estudiantiles que ven un “enemigo” en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) impulsado por Duque y que se discute en el Congreso.

Además de rechazar el PND, eje del Gobierno de Duque, al que consideran “regresivo” para derechos laborales como las pensiones, las prestaciones y la estabilidad en los trabajos, también protestan contra los asesinatos y amenazas a líderes sociales del país.

“Estamos rechazando el Plan Nacional de Desarrollo, que pretende arrebatar derechos laborales, pensionales y prestacionales del magisterio colombiano y de toda la clase obrera, pero adicionalmente a eso pretende la privatización de la educación pública en Colombia desde el preescolar de tres grados hasta la educación superior”, dijo a Efe el presidente de Fecode, Nelson Fabián Alarcón.

A media jornada el ministro de Defensa, Guillermo Botero, informó que no tenían reportes de violencia y que la protesta avanzaba sin incidentes, sin embargo con el trascurrir de la tarde eso cambió.

“Tenemos un sinnúmero de marchas, concentraciones en todo el país, pero marchas que afortunadamente han transcurrido con toda la calma, con todo el respeto por los demás ciudadanos y especialmente no ha habido bloqueos de vías”, destacó Botero.

En esa dirección el ministro confió en que la protesta transcurriera “dentro de la mayor calma sin que haya desafueros y especialmente destrucciones de establecimientos de comercio o instituciones bancarias que son usualmente las que se ven afectadas, lo mismo que el transporte público masivo”.

Sin embargo, horas después en la Plaza de Bolívar de Bogotá, en pleno corazón político del país, ocurrieron brotes de violencia en los que encapuchados quemaron las mallas que protegían la estatua del Libertador Simón Bolívar.

También hicieron pintadas en edificios como el Palacio de Justicia, la Alcaldía de Bogotá y la Catedral, cuyas fachas estaban protegidas por redes.

Algunos encapuchados que participaban en la protesta lanzaron piedras y otros objetos a los miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.

En la jornada de este jueves participaron estudiantes universitarios e indígenas, sectores que en los últimos meses protestaron de forma separada contra las políticas sociales y económicas de Duque, pero que concluyeron con sendos arreglos que, al menos sobre el papel, dejaron satisfechas a las partes.

No obstante, los desmanes no fueron el común de las marchas en Bogotá, donde se iniciaron en diferentes puntos de la ciudad y terminaron en la Plaza de Bolívar, pues algunos grupos ambientaron la protesta con batucadas, bailes y música.

A estos se sumaron grupos con pancartas y banderas de sindicatos y de partidos de izquierda, como el de la antigua guerrilla de las Farc.

“La paz pasa por el cumplimiento de los acuerdos, con la participación de los campesinos, por un Gobierno que reconcilie al país, paro nacional”, se leía en un cartel.