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Varias víctimas de supuesto acoso sexual del tenor español Plácido Domingo evalúan denunciarle por difamación ante la Justicia de EE.UU. mediante la vía civil, adelantó a Efe en una entrevista la abogada de tres de ellas, Debra S. Katz.
Además, las víctimas están presionando para que el cantante sea expulsado del sindicato de artistas de EE.UU. (AGMA, por sus siglas en inglés), que esta semana publicó un informe en el que confirmaba las acusaciones de acoso sexual hechas públicas hace seis meses por una veintena de mujeres.
La letrada recibió a Efe en el despacho de abogados que lleva su nombre (“Katz, Marshall & Banks”) en el centro de Washington y que se ha convertido en un icono dentro del movimiento “Me Too” por haber representado a las víctimas de gigantes caídos en desgracia como Harvey Weinstein.
PREGUNTA: Usted está asesorando legalmente a tres mujeres que sufrieron los presuntos abusos de Domingo: la ex mezzosoprano Patricia Wulf, la soprano Angela Turner Wilson y otra víctima, que ha preferido mantenerse en el anonimato por miedo a represalias. ¿Qué incidentes vivieron con el cantante?
RESPUESTA: Placido Domingo enfocaba una atención que no era bienvenida en mujeres, normalmente cuando estaban trabajando. Al principio, las adulaba y les decía lo grandes estrellas que eran y lo que podrían ser. Y luego comenzaba a actuar con demasiadas confianzas.
En el caso de Patricia Wulf, él seguía besándola, primero en la mejilla y luego cada vez más y más cerca de su boca. Después, cuando ella estaba actuando en óperas, él la acosaba, la perseguía e intentaba tocarla, intentaba besarla. Y luego comenzó a hacerle proposiciones sexuales y a preguntarla si tenía que irse a casa por la noche, si él podría irse a casa con ella. Era una proposición sexual realmente grosera, tanto que todo el mundo lo veía.
Ella tenía a gente que intentaba quedarse con ella para acompañarla a su automóvil y protegerla de sus avances no deseados. Ese era el patrón en su caso. En el caso de Angela, él hacía avances no deseados: se presentaba en su camerino, golpeaba la puerta y exigía que le dejara entrar, mientras ella estaba desnuda o se estaba vistiendo para actuar.
También le dijo lo fabulosa que era y le ofreció diferentes puestos, diciéndola que tenía un gran futuro en la Ópera de Los Ángeles. Cuando rechazó sus avances y le dejó claro que no tenía interés en él, romántica o sexualmente, él metió la mano en su vestido, la agarró debajo de su vestido y la toqueteó de una manera muy muy dolorosa. Después de eso, todas sus oportunidades laborales se evaporaron. Eso le hizo imposible conseguir los puestos de trabajo que él la había prometido en la Ópera de Los Ángeles. EFE